Ignacio Guerra Plasencia es profesor universitario y miembro de la Real Sociedad Española de Física, además es el responsable del Proyecto Arfrisol sobre Arquitectura Bioclimática y Frío Solar, coordinado por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) del Ministerio de Ciencia e Innovación.
¿Me podría explicar brevemente en qué consiste el Proyecto Arfrisol? Se trata de un Proyecto Científico Tecnológico de carácter Estratégico sobre Arquitectura Bioclimática y Frío Solar que involucra a 14 empresas constructoras y tecnológicas de energía solar, además de las Universidades de Almería y Oviedo, cuyo objetivo es demostrar la posibilidad de reducir notablemente el consumo energético de los edificios del sector terciario. Para ello se han construido 5 Contenedores Demostradores de Investigación en otras tantas zonas climáticas de España: Almería (Plataforma Solar de Almería y Universidad de Almería), Madrid (Edificio 70 del CIEMAT), Soria (Edificio del CEDER) y Asturias (Edificio Arfrisol, de la Fundación Barredo), en los que se demuestra la viabilidad de este objetivo. ¿Cómo se consigue el ahorro del 80% o 90% de energía convencional? Un buen diseño arquitectónico que cuide la orientación, la climatología local y el aislamiento térmico de la envolvente del edificio puede proporcionar hasta el 60% de ahorro de energía convencional. Ello se complementa con las estrategias solares activas que aportan agua caliente, desde los captadores solares térmicos para apoyo a la calefacción, agua caliente sanitaria y refrigeración (frío solar, por máquinas de absorción), así como electricidad, mediante los módulos fotovoltaicos. ¿Ya se han evaluado algunos resultados? Los cinco Contenedores Demostradores de Investigación están terminados y en uso; su monitorización, es decir, la evaluación energética en condiciones reales de uso, se está llevando a cabo en cada edificio por la Unidad de Investigación en Eficiencia Energética en la Edificación del CIEMAT, con un seguimiento pormenorizado de su funcionamiento energético, que incluye tanto las aportaciones de los elementos pasivos y activos al confort de los ocupantes, como el consumo de energía complementaria, aparte de un control de la calidad del aire.
Los primeros resultados experimentales obtenidos demuestran que se están alcanzando los objetivos previstos de ahorro de energía convencional, aunque los resultados definitivos se obtendrán al final del Proyecto, en 2012. ¿En qué sentido se espera que con este tipo de proyectos cambie la forma de pensar y actuar de los distintos sectores de la sociedad? El Proyecto Arfrisol no se queda tan solo en la construcción de los edificios según un diseño arquitectónico bioclimático (y su monitorización, el mantenimiento y puesta a punto), también incluye su difusión a todos los niveles: a profesionales, a docentes y a la sociedad en general. Dentro del aspecto docente hay que destacar la elaboración de 7 Unidades Didácticas dirigidas a los distintos niveles educativos, Educación Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato. A través de dichas Unidades se pretende poner de manifiesto el carácter no sostenible del actual sistema energético y ofrecer como alternativa razonable la utilización de la energía solar en sus vertientes pasiva y activa.
¿Está en la arquitectura y edificación sostenible el futuro del sector de la construcción?
La fuerte dependencia de nuestro sistema energético de las importaciones de energía primaria convencional (petróleo y gas natural), que suponen aproximadamente un 80%, junto al hecho de que los gases emitidos en su combustión (gases de efecto invernadero) acentúan el calentamiento global ponen de manifiesto que no podemos seguir derrochando energía.
El sector residencial y servicios supone, aproximadamente, un 25% del consumo energético y desde CIEMAT se demuestra que es posible reducirlo de manera significativa teniendo presente la energía solar al diseñar los edificios. Sería un auténtico dispendio no atender a lo que nos muestran esos resultados y seguir por un camino de derroche. Hay que cambiar la mentalidad y tomar las medidas oportunas para evitar tal sangría económica y medioambiental, lo que pasa por la arquitectura energéticamente eficiente o bioclimática. |